En una sentencia hecha pública hoy, los magistrados dan por probado que, en 1984 y 1985, López Riaño era una de las integrantes del "comando Oker" de la banda terrorista ETA. Junto a ella, los ya condenados José Angel Aguirre Aguirre y Ramón Zapiráin Tellechea y un cuarto miembro no enjuiciado en esta causa

Tras recibir en Francia varios "cursillos de adiestramiento" en el manejo de armas y explosivos, López Riaño, Zapiráin y Aguirre se dedicaron a vigilar las costumbres y los movimientos de la que sería su próxima víctima.

El 13 de ayo de 1985, cuando García Kleiner salió de un bar que solía frecuentar en San Sebastián, Zapiráin se le acercó por la espalda y "súbita e inesperadamente" le disparó en la cabeza, lo que le mató instantáneamente.

"Para asegurar la muerte del policía", añaden los mgistrados, "le volvió a disparar en dos ocasiones en la cabeza; mientras tanto, López Riaño cubría la acción en compañía de otro miembro del comando vigilando las inmediaciones y asegurando la actividad del autor material de la muerte y la huida del mismo".

Además, para el tribunal queda suficientemente acreditado que el "comando Oker" atracó a punta de pistola 4 bancos de Guipúzcoa. En total, se apoderaron de 10.970,84 auros.

En conclusión, la Audiencia Nacional condenó a la "Tigresa" a 29 años e cárcel por un delito de asesinato, a 24 años de prisión por cuatro delitos de robo y a seis meses por un delito de robo en grado de tentativa.

Esta condena es la tercera que la Audiencia impone a la Tigresa desde su extradición por Francia. En marzo fue juzgada y condenada a 29 años de cárcel por el asesinato, en Irún en 1984, del ciudadano francés Joseph Couchot, considerado por ETA miembro de los GAL.

Además, fue condenada a 87 años de cárcel por el asesinato en 1986 de tres militares, entre llos el comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas. Además, ha sido juzgada por el intento de asesinato del ex fiscal general del Estado Luis Antonio Burón Barba, en 1986.