En una sentencia hecha pública hoy, los magistrados consideran probado que Azurmendi Peñagaricano, integrado en el llamado 'comando Madrid', acudió junto a otros terroristas en un coche robado a la madrileña calle Ibiza, donde aparcaron en doble fila.

Mietras Azurmendi Peñagaricano se quedaba al volante del vehículo, los otros dos terroristas descendieron para dirigirse al lugar en el que el general iba a subir al coche oficial. Cuando le vieron aparecer en el sitio preciso, los etarras le dispararon varias veces, causándole la muerte inmediata.

Los terroristas también dispararon contra el conductor del coche oficial, pero no le alcanzaron. Después regresaron al vehículo robado, para huir, y lo dejaron abandonado en la calle Walia, en la que hay varia guarderías, con una carga de explosivo "amonal" suficiente para provocar la muerte a una persona.

EXPLOSION JUNTO A DOS GUARDERIAS

El coche hizo explosión sobre las 9,35 horas de ese mismo día, lo que provocó daños materiales en una guardería y en tres vehículos por valor de 1.016.430 pesetas.

Para los magistrados, los hechos descritos son constitutivos de un delito de atentado con resultado de muerte, otro de tenencia de explosivos y otros de terrorismo, por lo que condenan a Azurmendi Peñagaicano a un total de 52 años de cárcel distribuidos de la siguiente manera: 30 años de prisión por el primero y otros once por cada uno de los otros dos restantes.

Además, la sala condena a "Ankas" a indemnizar con 50 millones de pesetas a los herederos del general asesinado, así como a pagar 1.016.430 pesetas por los daños materiales.

El fiscal solicitó para este terrorista un total de 76 años de prisión por los delitos de atentado con resultado de muerte, asesinato frustrado, tenencia de explosios y terrorismo, Además, pidió una indemnización de 50 millones de pesetas para los herederos del general asesinado, y otra de 20 millones al conductor del coche oficial al que intentó asesinar.

JIMENEZ BECERRIL

A Azurmendi, detenido en Sevilla en marzo de 1998, se le atribuye también la participación en los atentados cometidos por ETA en Andalucía durante los años 1997 y 1998, entre ellos, el que costó la vida al concejal del PP en el Ayuntamiento de Sevilla Alberto Jiménez Becerril y su esposa, Asensión García.

De hecho, el pasado 22 de junio fue condenado por este atentado a 60 años de cárcel, junto a los etarras Maite Pedrosa y José Luis Barrios Martín, que salió elegido como diputado foral por Navarra en las listas de Euskal Herritarrok en los comicios del 13 de junio de 1999.

El etarra ya fue juzgado también por el asesinato con coche bomba del teniente Miguel Peralta Utrera, perpetrado en mayo de 1994 con otros integrantes del "comando Madrid" de ETA. La bomba, colocada bajo el asieno del conductor, provocó la muerte inmediata del militar y causó heridas a otras dos personas.