En esta misma causa ya fueron condenados con anterioridad los etarras Antonio Troitiño, José Ignacio de Juana y Juan Manuel Soares Gamboa, a penas de 17 años de cárcel los dos primeros y a 9 años de prisión el tercero.

Según relata la sentencia, hecha pública hoy, los cuatro etarras se desplazaron a Madrid para atentar contra Burón Brba, por orden de la dirección de la banda terrorista.

Tras estudiar los hábitos del entonces fiscal general del Estado, los terroristas decidieron colocar un coche bomba con tubos lanzagranadas en la calle Vallehermoso, donde se encontraba su domicilio.

Al tratarse de una calle de un solo sentido, el coche oficial que todas las mañanas desplazaba al fiscal general del Estado desde su casa hasta su despacho debía recorrer siempre al menos unos metros de la citada calle.

A pesar de haber estuiado "exhaustivamente" los movimientos del fiscal general, los terroristas vieron frustradas sus "macabras" expectativas en varias ocasiones, bien porque el coche no aparecía, o bien porque la estrechez de la calle impedía el lanzamiento de tales explosivos", señala el fallo judicial.

"No obstante, empeñados en conseguir el objetivo marcado, decididos a ello, el día 8 de mayo de 1986, a horas tempranas, Soares Gamboa y Troitiño sitúan el Renault 11 con los explosivos en la calle Vallehermoso, en el trmo inmediatamente anterior a su intersección semafórica con la calle Cea Bermúdez, lugar por el que debe pasar necesariamente el automóvil oficial", agrega la sentencia.

Mientras que Soares Gamboa y Troitiño eran los encargados de colocar el coche bomba, De Juana y López Riaño debían acudir a las 9:30 de la mañana a activar la carga explosiva del vehículo. Sin embargo, no lo hicieron porque el día en que pensaban matar a Burón Barba se quedaron dormidos.

La sentencia, al referirse a este desenlac, indica que, "Soares Gamboa y Troitiño, que impacientes esperaban noticias a través de los medios de comunicación sobre la realización de los brutales acontecimientos (...) se dirigieron apresuradamente al domicilio que habitaban Idoia López y Juan Ignacio de Juana recriminándoles semejante forma de comportarse".