La Sala considera probado que Soares Gamboa, de acuerdo con las instrucciones recibidas por la dirección de ETA de atacar a la Guardia Civil, propuso ampliar la información que les había facilitado otra terrorista sobre el cuartel que la Benmérita tiene en la calle Príncipe de Vergara.

Así, Soares Gamboa y otros seis terroristas, todos ellos integrantes del denominado "comando Madrid", decidieron atacar un convoy de la Guardia Civil, formado por un autobús, un microbús y un Land Rover, que salía todas las mañanas a las 7,15 horas del mencionado cuartel y que pasaba por la Plaza de la República Dominicana.

Para tal fin, los terroristas cargaron una furgoneta marca Sava, comprada en junio en El Rastro de Madrid por 175.000 pesetas, co cinco ollas a presión llenas de tornillos, tuercas, varillas metálicas y eslabones de cadena, y las conectaron a 35 kilos de goma-2. La bomba fue accionada con un mando a distancia, provocando la muerte, instantáneamente o en los días siguientes, a un total de doce agentes e hiriendo a otros 40, así como a 14 civiles.

Para la sala, los hechos descritos son constitutivos de un delito de atentado con resultado de muerte, otros once de asesinato consumado, otros 78 más de carácter frustado y uno de estrgos, por lo que condena a Soares Gamboa a un total de 1.561 años de prisión, exactamente los mismos años de cárcel que había solicitado el fiscal jefe de la Audiencia Nacional y encargado de este caso, Eduardo Fungairiño.

Siguiendo la solicitud del fiscal, la sala aplica a Soares Gamboa el atenuante de abandono de las actividades delictivas y presentación ante las autoridades con confesión de delitos.

La Audiencia Nacional obliga a Soares Gamboa a indemnizar con 10 millones de pesetas a los heredros de cada uno de los doce guardias civiles asesinados en este atentado, cantidad que deberá pagar de forma solidaria junto a los etarras José Ignacio de Juana Chaos, Antonio Troitiño Arranz, Esteban Esteban Nieto e Inés del Río Prada, ya condenados por esta causa.

INDEMNIZACIONES MULTIMILLONARIAS

Además, junto con los etarras ya mencionados, Soares Gamboa deberá indemnizar a cada uno de los 54 heridos que provocó el atentado, así como a los dueños de los vehículos, establecimientos o viviendas queresultaron dañados por la explosión, lo que suma un total de 339 damnificados, sin contar las víctimas mortales.

Sólo las indemnizaciones que Soares Gamboa y los demás etarras condenados por estos hechos deberán pagar a los 54 heridos del atentado ascienden a 221.360 millones de pesetas.

Soares Gamboa se refugió en Francia antes de que el "comando Madrid", al que pertenecía, fuese desarticulado. En 1986 se marchó a Argelia. Casi tres años más tarde fue deportado, junto con otros terroristas, a Sato Domingo, donde permaneció hasta julio de 1995, cuando expresó su deseo de renunciar a la lucha armada, entregarse a la Justicia española y reincorporarse a la sociedad tras cumplir la pena que le fuera impuesta.