UN ESTUDIO REVELA QUE EL IMPLANTE COCLEAR RECORTA EL RETRASO DE LOS NIÑOS SORDOS PARA APRENDER A HABLAR
- Este proyecto de la Universidad de Málaga ha sido incentivado con 101.000 euros por la Junta
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Un grupo multidisciplinar de la Universidad de Málaga, dirigido por el investigador Ignacio Moreno-Torres, está recogiendo información sobre los hitos que marcan el desarrollo del niño sordo con Implante Coclear (IC), y estudian en qué medida el entorno socio-familiar determina ese desarrollo.
Esta investigación ha sido incentivada con 101.000 euros por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, que hoy informó de su desarrollo.
Los investigadores han observado en este estudio que, a los tres meses de la implantación, en todos los niños hay una mejora en percepción, esto es, en su capacidad de detectar sonidos de su entorno. Los niños se hacen muy pronto conscientes de que el IC es el dispositivo que les permite oír, y si se les desactiva protestan o hacen gestos para pedir que se les active.
El primer efecto del IC es un aumento en la intensidad de los sonidos que emiten los niños, lo que da lugar a la producción de sonidos próximos a las vocales. Más adelante, entre los cuatro y seis meses, aparecen sonidos parecidos a las sílabas.
Aunque hay diferencias entre niños, en general, a los seis meses de la activación suelen aparecen las primeras palabras. Este dato es esperanzador, pues indica que este dispositivo recorta el retraso inicial de desarrollo que sufren los niños sordos respecto a los oyentes.
En la actualidad, existen medios que hacen posible a los sordos adquirir la lengua oral, siendo clave el Implante Coclear, que se realiza desde 1957 y hace las funciones del oído humano, transformando las señales acústicas en señales eléctricas que estimulan el nervio auditivo.
A pesar de los evidentes logros, el implante no siempre garantiza una progresión lingüística equivalente a la que se observa en los oyentes.
Por este motivo, este grupo de investigación de la Universidad de Málaga está estudiando desde el 2007 el desarrollo lingüístico y cognitivo de un grupo de niños implantados antes de cumplir dos años de edad.
En un futuro, se realizará otro estudio que permita obtener datos sobre las siguientes fases del desarrollo del niño. En particular, se pretende estudiar el desarrollo lingüístico a medio plazo (fonología, léxico y gramática) tras tres o cuatro años de uso del IC.
Además, se espera evaluar hasta qué punto están preparados estos niños para acceder a la escuela primaria en igualdad de condiciones que sus pares oyentes.
(SERVIMEDIA)
25 Mar 2009
L