El estudio, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, demuestra la autoría de esta serie pintada en 1654 y que representa el Ciclo de la Vida, según informó hoy la Junta andaluza.

Los expertos, dirigidos por Luis Rodrigo Simón, han profundizado en varios aspectos: la estructura interna de los cuadros, que superan los 4,5 por 2,5 metros; el tipo de preparación que realizó el pintor; la valoración de luces y sombras en las figuras de María y del arcángel; la huella y la trayectoria de las pinceladas en cada elemento de la composición; la estructura del plegado de los ropajes; la existencia de repintes o intervenciones posteriores realizados por manos ajenas al artista, y el estado de conservación de la pintura.

Tras este análisis, los expertos han concluido que es posible que Alonso Cano estuviera influenciado por otros pintores como Tiziano, Tintoretto y Velázquez.

Asimismo, a partir de estudios radiográficos que han contado con la colaboración del Museo del Prado, también se ha detectado una huella del pintor al apoyarse sobre el lienzo con los dedos manchados de pintura y han podido determinar que aplicó la preparación a paletadas, posible influencia de Velázquez.

Otro hecho observado ha sido la huella que deja el pincel al extender la pintura. Ésta, es una característica específica de cada persona al igual que lo es el tipo de escritura, de la que se ocupa la Pinacología.

Alonso Cano nació en Granada el 19 de marzo de 1601. Hijo del artesano manchego Miguel Cano, tenía una familia compuesta por dos hermanas y cuatro hermanos. En 1615, debido a que su padre recibió un importante encargo, se trasladaron todos a Sevilla.