Vandellós I, que será la primera central que se desmantele en España, permanece parada desde 1989, a causa del accidente que sufrió al producirse un incendio en su interior.

El ministerio que dirige Isabel Tocin deberá ahora realizar la Declaración de Impacto Ambiental en base al estudio y teniendo en cuenta que ningún colectivo ni particular ha presentado alegación alguna.

El proyecto de desmantelamiento lo ejecutará la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), que tiene previsto iniciar los trabajos el próximo mes de abril.

Durante la fase de desmantelamiento Enresa pondrá en marcha un Plan de Vigilancia Radiológica Ambiental (PVRA), cuyo objetivo será verificar la eficacia del programa de cotrol de efluentes establecido en las Especificaciones Técnicas y detectar los posibles incrementos de radiactividad en el medio ambiente.

La Evaluación de Impacto Ambiental no prevé daños sobre las aguas subterráneas y superficiales, establece que la incidencia sobre la calidad del aire será mínima y que la vegetación apenas sufrirá daños.

Esta primera fase del desmantelamiento de Vandellós I comprende la eliminación de las estructuras y componentes externos al cajón del reactor, salvo las que asguran su confinamiento y la seguridad y vigilancia de la instalación.

El edificio que alberga el reactor sin combustible nuclear será sellado y su desmantelamiento se aplozará hasta que, con el paso de los años, haya decaído el nivel de radiactividad en su interior.