El trabajo "Gasto sanitario y envejecimiento de la población española", realizado por economistas de la Fundacin de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), sólo analiza este factor determinante del gasto y no tiene en cuenta otros como la inflación diferencial de estos servicios, las nuevas tecnologías, ni los cambios en los patrones de las enfermedades o en los protocolos aplicados.

José Antonio Herce, coordinador del estudio, explicó que el uso de recursos sanitarios aumenta a medida que se envejece. Las personas de 85 años realizan un gasto 8 veces mayor que las de edades comprendidas entre 1 y 25 años, y lo hombres consumen más recursos a partir de los 55 años, mientras que las mujeres lo hacen en edades reproductivas.

En cuanto a su impacto en los servicios sanitarios, observaron que la estancia media de hospitalización pude llegar a duplicarse en los mayores de 64 años respecto a los menores de 34. La probabilidad de ingresar en un hospital más de un día aumenta rápidamente con la edad y puede multiplicarse por siete para personas de 75 años, respecto a las que tienen entre 17 y 19.

Herce señaló ue en las consultas médicas el patrón es similar y se detecta un fuerte incremento hasta los 64 años, edad en la que se produce un aumento menor. Los ancianos también son grandes consumidores de medicamentos, especialmente a partir de los 45 años, edad en la que se dispara.

De los 100 euros que estiman consume un individuo en medicinas entre los 31 y 35 años, se pasa a 350 euros en los de más de 71. Además, las mujeres en todas las edades consumen más que los hombres, como sucede en las visitas a la cnsulta ambulatoria.

Estos economistas también analizaron el mercado privado, que registra un comportamiento distinto al público, al ser más utilizado básicamente por personas más jóvenes coincidiendo con su vida laboral. Hence apuntó que en España los menores y los ancianos son atendidos mayoritariamente por el sistema público.

¿MAS DINERO, MEJOR SALUD?

El informe señala que un mayor gasto sanitario no es suficiente para lograr buenos indicadores sanitarios, como lo demuestra que España sea el exto Estado del mundo por resultados de sus servicios, mientras que ocupa el lugar 26 en gasto sanitario "per capita" y el 29 en porcentaje del PIB invertido.

Entre las recomendaciones que apuntan los autores del informe, José Antonio Herce destacó la necesidad de que la Sanidad pública siga persiguiendo la curación de los ciudadanos, de que los servicios atiendan las nuevas necesidades de las personas mayores y la dependencia, de que orienten la formación de sus profesionales a este cambio, y de que romuevan hábitos saludables de vida.