Con el objetivo de cuantificar el consumo y estimar la calidad de los recursos, el documento de Eurostat ofrece estadísticas sobre el ciclo completo del agua, es decir, su extracción, purificación, distribución, saneamiento y el tratamiento de aguas residuales.

Según el estudio, la calidad y la disponibilidad del agua constituyen un tema de máxima preocupación a nivel mundial y regional, ya que los recursos son limitados y su calidad está afectada por las actividades humanas, como ls residuos domésticos e industriales, la ganadería y el cultivo de tierras. El estudio señala además que el desarrollo económico y el aumento de la población presionan cada vez más sobre la calidad y la cantidad del agua.

Debido a que la calidad del agua ha dejado de ser satisfactoria y que los recursos son limitados, Maria Pau Vall, autora del informe, recomienda reexaminar la explotación de las fuentes hidráulicas, así como las exigencias medioambientales, como las expuestas en la reciente DirectivaMarco sobre el agua.

Estas estadísticas demuestran que, dentro de la Unión Europea, Bélgica, Italia y España son los países con mayores tasas de intensidad en el uso del agua. Por otro lado, en la mayoría de los Estados miembros el agua de superficie es la principal fuente de agua dulce, menos en Dinamarca, Portugal y Luxemburgo, que extraen más agua subterránea que el resto de países.

La extracción, purificación, control de calidad, transporte y distribución de agua constituyen una actividad ecoómica englobada bajo el nombre de aprovisionamiento público de agua, según explica el estudio. Los datos muestran que, en general, las extracciones de agua para el aprovisionamiento público representan una pequeña parte del aprovisionamiento total (menos de un 20% para nueve de los quince países de la UE).

En cuanto al uso de agua por sectores, el estudio constata que las tendencias en consumo de agua demuestran que la agricultura es el sector que extrae más cantidad de agua dulce, por necesidades de rrigación. En cambio, las extracciones para uso industrial han disminuido, mientras que el total de extracciones efectuadas en el marco del aprovisionamiento público se mantiene estable. En España, el mayor empleo es para el sector agrícola, seguido de la producción de electricidad, el aprovisionamiento público y, por último, las industrias manufactureras.