Según un estudio de dos técnicos de la Administración -----------------------------------------------------
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La mayoría de los países comunitarios abandonrán la idea de seguir anticipando la edad de jubilación e introducirán medidas flexibilizadoras que permitan prolongar voluntariamente la vida activa de los trabajadores, según un estudio elaborado por dos técnicos de la Administración, difundido en la revista "Cuadernos de Actualidad", del Ministerio de Economía y Hacienda.
Los autores del estudio justifican este cambio en el fuerte incremento de los gastos de protección social en la CE en el futuro, como consecuencia del envejecimiento de la poblacin europea y del aumento de la esperanza de vida.
Para el conjunto de la CE, los gastos de protección social motivados por las personas mayores de 65 años representaban en 1980 el 35 por ciento del total de los gastos sociales.
Según los autores del informe, dentro de 50 años este colectivo acaparará, de mantenerse la normativa actual existente en esta materia, más del 50 por ciento de los recursos destinados por la CE a protección social.
El proceso de envejecimiento de la población generará de acuerdo con los dos técnicos de la Administración, un stock de población de más de 65 años en el 2021 que puede suponer casi el 20 por ciento de la población total europea.
CAIDA DE LA FECUNDIDAD
Los técnicos aseguran que este problema, unido a la fuerte caída de la tasa de fecundidad, que, en su opinión, provocará en torno al año 2000 un retroceso de la población total, ocasionará en el futuro un importante déficit de recursos humanos en la CE.
Según sus cálculos, un crecimiento económico el 2,5 por ciento anual acumulativo supondría unas necesidades de mano de obra de cerca de 190 millones de personas en el año 2050, mientras que sólo habría disponibles unos 130 millones, con lo que los 66 millones restantes serían inmigrantes de otros países.
Además de la entrada de trabajadores extracomunitarios para solucionar el problema de la falta de mano de obra, los técnicos de la Administración apuntan la posibilidad de adoptar dentro de la CE medidas socioeconómicas que permitan aumentar la asa de fecundidad.
Para los autores del estudio, la adopción de estas medidas puede suponer un importante esfuerzo presupuestario para países como España, que parten de un nivel bajo de prestaciones de apoyo a las rentas familiares y que no han considerado necesario en el pasado diseñar medidas complementarias de apoyo social que palíen los inconvenientes a que se ve sometida la familia, y en especial la mujer, como consecuencia de la maternidad.
El déficit de mano de obra previsto para el futurocontrasta con el principal problema existente actualmente en la CE, sobre todo en los países mediterráneos, que es el paro. A juicio de los técnicos de la Administración, esta situación persistirá, aunque con una tendencia decreciente, hasta el año 2000.
No obstante, las características demográficas de cada país dentro de la CE no son iguales y por tanto tampoco lo son las consecuencias sociales y económicas. Además, el trabajo de los técnicos afirma que, aunque todos estos problemas están identificads y jerarquizados, la movilidad demográfica que se producirá a partir de 1993 puede diluirlos.
Así, concluyen, por razones de emigración Alemania podría acabar financiando, por su sistema de protección al desempleo, buena parte del paro español, y España soportando buena parte de los costes de la asistencia sanitaria de una población envejecida del norte de Europa.
(SERVIMEDIA)
07 Ago 1991
NLV