Los expertos observan con preocupación la escasez de recursos existentes para hacer frente a este problema. La salud mental está infravalorada en los sistemas de salud pública, lo que provocará problemas futuros tanto sociales como económicos, afirman.

La falta de medios en este sector es particularmente grave en Africa y en el Sureste Asiático. En estos países falta totalmente una atención primaria mínima para la mayoría de desórdenes mentales como la esquizorenia y la conducta compulsiva. Hay recortes en la medicación y falta de estrategias para reintegrar a los pacientes en la sociedad.

El estudio recomienda a los gobiernos de estos países que inviertan en tratamientos médicos y que promocionen el que los afectados vivan en la sociedad con normalidad y no retirados en centros mentales.

El caso de la India es especialmente grave y consideran que la desatención de los enfermos mentales en este país, unos 25 millones de personas, como emergencia nacioal. Los problemas de salud mental contribuyen al descenso de la calidad de vida de la India en mayor forma que el cáncer o la tuberculosis.

Las mujeres son las más afectadas, ya que son abandonadas por sus familias. Por ello, muchos enfermos ya curados siguen viviendo en instituciones al no tener donde ir.