Los autores indican que la imagen femenina en televisión ha pasado, en las últimas décadas, de destacar su papel de madre de familia y encargada del hogar a convertirse en algo más próximo a un "objeto sexual".

La imagen de mujer deseada y admirada que muestran los anuncios es la de una persona delgada, con glamour, más cercana a una top-model que al tipo medio.

Según la invstigación, que se sirvió del testimonio de telespectadores, estos anuncios publicitarios sexistas degradan la imagen que uno tiene de sí mismo, especialmente en el caso de las mujeres, que se consideran cada vez más lejos del "físico ideal".

Los sociólogos añaden, además, que estas mujeres cuasiperfectas suelen aparecer en la pequeña pantalla acompañadas de hombres musculosos y atractivos. De esta manera, se acentúa la imagen de los músculos y la belleza como lo ideal.

Algo que se pudo comprobar uando se sometió a los televidentes a un buen número de anuncios de corte sexista es que las mujeres que se declaran "feministas" no son menos vulnerables a estas imágenes que el resto.