El Instituto de Investigación sobre la Economía de la Educacióndel país galo ha realizado su estudio en un centro escolar durante más de tres años, en los que tanto en junio como en septiembre los alumnos debían pasar el mismo examen para cada materia.

El resultado fue que los alumnos no sólo no olvidaban, sino que "para el conjunto de todas las materias, tienden por lo general a mejorar sus notas, sobre todo si han trabajado durante el verano", asegura el informe.

Pero no todos los estudiantes obedecen a la misma tendencia. "Hay una fuerte variedad de situaiones individuales que se manifiestan por el hecho de que ciertos alumnos olvidan una parte de sus conocimientos y otros, por el contrario, los refuerzan", explica uno de los autores, Jean-Pierre Jarousse.

Los resultos varían de unos cursos a otros y están vinculados -aseguran los investigadores- tanto a las características individuales de los jóvenes como a su origen social. En general, "los alumnos de un nivel social acomodado mejoran más que los otros el nivel de sus notas".

No obstante, los rsultados mejoran cuando los alumnos estudian en verano. Los investigadores defienden que se debe animar a los jóvenes a realizar ejercicios de revisión del curso durante los meses de vacaciones, ya que es la mejor forma de mejorar las calificaciones.