Según testimonios de los vecinos, José Regueiro habría adoptado la decisión de quitar la vida a su hija y matarse posteriormente ante la posibilidad de perder la custodia de la niña. Regueiro estaba, al parecer, obseionado ante la idea de quedarse sin su hija, a la que cuidaba desde hacía meses, cuando su mujer abandonó el hogar conyugal.

Fuentes de la Jefatura Superior de Policía de La Coruña confirmaron que funcionarios del Grupo de Homicidios encontraron a José Regueira colgado con un cinturón de bata en un altillo del establecimiento. La hija del presunto suicida fue hallada también muerta, tendida sobre una mesa, con señales de haber sido estrangulada.

Los cuerpos del hombre y de la niña fueron descubietos por un familiar después de que un empleado del bar le avisara de que en la puerta había un cartel en el que se leía: "Cerrado por defunción".