Plaza dijo a Servimedia que el precio de esas cajetillas, que en apenas medio año han llegado a hacerse con el 30% del mercado, es "irreal". "Es una estrategia" para captar clientes, "y punto".

El presidente de los estanqueros puso en duda que en España, teniendo en cuenta la legislación comunitaria, se pueda implantar un precio mínimo por decreto del tabaco. "Tengo mis dudas de que sea factible implantar en España un precio mínimo", aseveró.

Sin embargo, "se pueden subir los impuestos del tabaco, lo que elevaría el precio de venta", y, además, permitiría avanzar en la armonización fiscal con la UE, a la que se debe llegar en 2008, recordó.

Con una subida de impuestos, no es "previsible" que las tabaqueras lo absorban en su integridad reduciendo el margen de beneficio, por lo que el precio sería mayor.

Esto tendría un efecto positivo en las cuentas de los estanqueros, ya que cobran un 8,5% sobre el precio de venta de cada cajetilla. Días atrás, Plaza había admitido que las marcas baratas están haciendo más daños a sus ingresos que la ley antitabaco.