El objetivo de esta medida es que los compradores de ordenadores, monitores y portátiles puedan elegir con más facilidad los modelos con un menor impacto ambiental, tanto durante su vida útil como a la hora de desecharlos.

La norma 1680TM de la Asociación de Normas del Instituto de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de Estados Unidos, ha sido elaborada con la participación de representates del gobierno local y estatal, la industria electrónica, expertos en medioambiente y usuarios.

Contempla ocho criterios para determinar qué ordenadores son más ecológicos, entre los que se incluyen los materiales empleados en la fabricación, la vida útil del producto y las posibilidades de prolongación de la misma, su consumo de energía, el embalaje, la responsabilidad corporativa y las políticas para la gestión del reciclaje de la empresa fabricante.

La Agencia para la Protección del Medioambiente de Estados Unidos ha financiado esta medida, en el marco de su programa para la mejora continua del diseño en este sector, para que sus productos sean más respetuosos del entorno.

El Consejo para los Productos Electrónicos Verdes mantendrá un registro de productos informáticos que cumplen la norma a partir de junio de 2006, y verificará que la información facilitada por los fabricantes es precisa y está actualizada.

Los expertos de la EPA calculan que esta medida permitirá, durante los próximos 5 años, reducir en 1.816 toneladas los residuos peligrosos generados por los ordenadores, yen unas 455 toneladas los no peligrosos, y un ahorro de 200.000 megavatios- hora, electricidad suficiente para abastecer 2 millones de hogares.