Así lo explicaron hoy en rueda de prensa el vicepresidente segundo, Pedro Solbes, y el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, antes de reconocer que el déficit es ligeramente superior al registrado en 2003, pero debido a la asunción en este ejercicio de los 5.459 millones de euros de la deuda de Renfe. Sin este gasto, el superávit habría sido del 0,40% del PIB.

El conjunto del déficit del 0,28% es consecuencia de un resultado negativo del 1,27% de la Administración Central, de un -0,04% de los entes territoriales y del superávit del 1,2% de la Seguridad Social.

Los resultados se basan, según explicó Fernández Ordóñez, en un "excelente comportamiento" de los ingresos por impuestos, que crecieron un 8,3% en 2004, con un tirón del 18,7% en el Impuesto de Sociedades y del 9,7% en el IVA.

En el capítulo de los pagos, la ejecución presupuestaria es dos puntos inferior al gasto acometido en 2003, principalmente por el Ministerio de Medio Ambiente, a lo que hay que añadir un ahorro de 3.400 millones de euros en intereses de la deuda. La deuda pública se coloca por primera vez en la historia por debajo del 50% del PIB.