Este organismo es el encargado de pagar las indemnizaciones por daños provoados por riesgos extraordinarios o catastróficos, ya sean naturales, como inundaciones o terremotos, o de carácter político-social, como los actos terroristas, pero sólo da cobertura a las personas y bienes que tienen contratado un seguro con una compañía privada.

Las indemnizaciones pagadas por el Consorcio por estos riesgos durante el año pasado fueron un 11,3% inferiores a las del año 2000, cuando las catástrofes naturales y actos terroristas costaron al Consorcio de Seguros 188,6 millones de euros(31.380 millones de pesetas).

Durante el año 2001, el Consorcio de Compensación de Seguros atendió a un total de 28.666 siniestros o reclamaciones de indemnización por catástrofes naturales y actos terroristas, una cifra un 8,6% superior a la de 2000. Estos siniestros correspondieron a un número de afectados mayor, ya que un mismo siniestro o reclamación puede tener varios afectados.

Tanto en el caso de los siniestros como de las indemnizaciones, la mayor parte corresponde a catástrofes naturales especialmente inundaciones. Las fuentes del Consorcio consultadas explicaron que todos los años, entre el 85% y el 90% son indemnizaciones por catástrofes naturales y el 10%-15% por terrorismo.

"2001 no ha sido un año seco, como fueron 1998 y 1994, con 13.372 y 11.569 siniestros, respectivamente, ni tampoco ha sido un año hiperactivo, como lo fue 1997, con casi 43.500 siniestros", apuntaron las fuentes del Consorcio consultadas.

Los riesgos extraordinarios o catastróficos más relevantes ocurrido en 2001 fueron la gota fría de septiembre en Levante, que ocasionó 3.500 siniestros, con un coste en indemnizaciones de 32,5 millones de euros; la tempestad de Baleares en octubre, con 7.800 siniestros y 22 millones de euros en indemnizaciones, y la inundación y embate de mar de noviembre en Cataluña y Levante, con 2.200 siniestros y un coste de 13 millones de euros.

En todos los casos de riesgos extraordinarios o catastróficos, el Consorcio indemniza por los inmuebles que tienen un seguro de robo, icendio o multihogar; los automóviles con seguro a todo riesgo o de lunas o robo, y las personas que tienen un seguro de accidentes o de vida que cubra el riesgo de accidentes.