Según la ministra para la discapacidad del Gobierno autónomo, Kristina Keneally, este plan tiene por objetivo mejorar la situación en materia de vivienda de los jóvenes con discapacidad y podría permitir abandonar las residencias y centros asistenciales a 450 personas durante los próximos cinco años.

Los fondos se invertirán en realizar adaptaciones de viviendas de alquiler para que los jóvenes con discapacidad puedan vivir de manera autónoma.

El programa incluye asesoría personalizada con el fin de ofrecer a los jóvenes la vivienda que mejor se adapte a sus necesidades, así como facilitarles la transición de los centros asistenciales a una vida autónoma.

Esta medida se enmarca en un programa de diez años de duración que tiene por objetivo favorecer la autonomía de los jóvenes con discapacidad.

Dicho programa está dotado con 148 millones de euros, y en él colaboran los departamentos de las personas con discapacidad, de vivienda y de asuntos sociales del estado de Nueva Gales del Sur.