EL ESTADO ADJUDICO "A DEDO" CONTRATOS POR CASI MEDIO BILLON DE PESETAS EN 1990, EL 40 POR CIENTO DEL TOTAL

MADRID
SERVIMEDIA

El Estado adjudicó en 1990, sin concurso ni subasta previo, 7.150 contratos, el 77,6 por ciento del total, según la última memoria aprobada por la Junta Consultiva de Contratación Administrativa, a la que tuvo acceso Servimedia.

El importe de estos contratosde obras, servicios o asistencia técnica adjudicados "a dedo" ascendió a 443.043 millones de pesetas, lo que supone el 40,8 por cien de la cantidad contratada en 1990, que se elevó a 1.084.133 millones.

El resto se adjudicó mediante la convocatoria de concursos, vía por la que se contrataron 494.000 millones de pesetas, o la realización de subastas entre diversos licitadores, que canalizaron otros 147.000 millones.

El sistema de adjudicación directa fue especialmente usual en los contratos de sumnistros, en los que se tramitaron "a dedo" compras por 196.880 millones de pesetas, dejando sólo 49.368 para concursos y 60 millones para subastas.

En la contratación de obras, las adjudicaciones "a dedo" se elevaron a 203.728 millones de pesetas, menos que los 403.268 millones asignados previo concurso pero más que los 146.494 millones canalizados a través de subastas.

Finalmente, en los contratos de asistencia, (principalmente con empresas consultoras y de servicios, para la realización de infomes y de servicios), también predominaron las adjudicaciones directas, que absorbieron 42.435 millones de pesetas, frente a 41.293 millones de los concursos.

Los ministerios que más recurrieron a la contratación directa son los de Obras Públicas y Transportes, con un gasto de 161.000 millones de pesetas por este procedimiento; el de Defensa, con 131.000 millones, Economía, con 67.000 millones; Interior, con 31.000 millones; y Trabajo, con 16.000 millones.

Además, la contratación "a dedo" no está estringida a obras y servicios de escasa cuantía, ya que se adjudicaron por esta vía 99 proyectos con un presupuesto superior a los 500 millones de pesetas, por un importe total de 234.000 millones.

En todo caso, la Administración consiguió reducir el presupuesto base inicialmente establecido para la mayoría de los contratos, tanto en los casos en que se adjudicó mediante concurso como en las subastas y las asignaciones directas.

La cuantía de las reducción obtenida ascendió a 166.750 millones depesetas, con abaratamientos que oscilaron entre el 7,73 por ciento en los contratos de obras y el 36 por cien en los de suministros.

VA A MAS

Los datos de esta última memoria de la Junta Consultiva de la Administración revelan que la adjudicación "a dedo" no tiende a reducirse, ya que en 1989 fueron el 35 por ciento (cinco puntos menos) los contratos celebrados por este sistema.

Este dato contrasta con las restricciones establecidas en el vigente Reglamento de Contratación del Estado, que delimta de manera pormenorizada los supuestos en que, excepcionalmente, la Administración puede utilizar ese sistema.

Concretamente, el reglamento establece que, por contratación directa, sólo podrán adjudicarse obras o servicios cuando sea imposible promover concurrencia, en situaciones de reconocida urgencia para hacer frente a necesidades apremiantes, al quedar desierta una adjudicación por falta de licitadores, y en los casos protegidos por el secreto cuando está en juego la protección de los interesesesenciales de la seguridad del Estado.

Fuentes del Ministerio de Economía consultadas hoy por Servimedia indicaron que la contratación directa "cuando se produce por una de las causas justificadas por la ley, es tan legal como las demás, por lo que habría que analizar contrato por contrato".

No obstante, estas mismas fuentes reconocieron que esta tarea es efectuada rigurosamente por el Tribunal de Cuentas, que en su último informe, presentado en el Congreso unos días antes de la convocatoria de eecciones generales, llamaba la atención sobre el exceso de contratación directa.

El tribunal consideraba especialmente preocupante que "la generalidad de los departamentos ministeriales" apelen a menudo a razones de urgencia, una de las previstas en la legislación de contratación del Estado, para no realizar concursos o subastas antes de adjudicar una obra.

"Debe recomendarse", añadía el informe, "un uso muy restringido de esta causa, que debe reputarse anómala, en principio, para la contratacióndirecta, ya que la forma de adjudicación no guarda excesiva relación con la pronta realización del objeto del contrato".

(SERVIMEDIA)
30 Abr 1993
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