Según los responsables de la asociación, este alarmismo hizo que muchos potenciales visitantes de las estaciones de esquí optaran por quedarse en sus casas o eligieran otros destinos turísticos distintos a las zonas de montaña.

Aunque la temporada de invierno 1996-97 comenzó bien, con a apertura de algunas estaciones a mediados del mes de noviembre, el resultado final no fue tan positivo como se esperaba.

De hecho, aunque el número de días que permanecieron abiertas las estaciones fue similar al de la temporada anterior, la cifra de visitantes fue de 4.850.000, frente a las 5.200.000 personas que utilizaron las estaciones de esquí en la temporada 1995-96, lo que supuso una caída de entre un 7 y un 8 por ciento.