(ESTA NOTICIA AMPLIA Y SUSTITUYE LA NUMERO 40 DE HOY)

MADRID
SERVIMEDIA

La fuga del "grapo" Fernando Silva Sande de la prisión provincia de Granada, en la noche del pasado lunes, se produjo por el incumplimiento generalizado de todas las normas de seguridad carcelaria, según el informe elaborado por los inspectores de Asuntos Penitenciarios, al que ha tenido acceso Servimedia.

Esto motivó que la Secretaría General de Asuntos Penitenciarios haya cesado hoy al director del centro, Andrés Puga, y al subdirector, Fernando Ferrer Merlo. La dirección será asumida de forma provisional, desde el 6 de abril al 8 de mayo, por un inspector de sevicios, José Suárez Tascón.

Además, la investigación llevada a cabo por Asuntos Penitenciarios ha motivado la separación cautelar del servicio del jefe de servicio y del funcionario que tenían encomendada la vigilancia del módulo donde estaba recluido Silva Sande en la noche de la fuga. El titular de la secretaría general, Antoni Asunción, continúa en el cargo.

Las destituciones acordadas por Asunción se justifican "por la inadecuada organización y ordenación del servicio de vigilancia interior ypor no efectuarse una supervisión eficaz del cumplimiento de las normas y medidas de seguridad aplicables, en especial a internos FIES (Fichero de Internos de Especial Seguimiento) de bandas armadas".

En las conclusiones se especifica de forma clara que durante la noche (el último recuento se hizo a las 22.00 horas y la huida se descubre el martes a las 08.00 horas, en el recuento) el peligroso terrorista no fue vigilado.

"El hecho anterior", indicaron a esta agencia fuentes de la secretaría geneal, "nos lleva a concluir que no se han realizado las rondas nocturnas conforme están previstas en la normativa de régimen interno del centro penitenciario, a pesar de que los funcionarios que estaban de servicio (esa noche) emitían sus partes de requisa `sin novedad' y firmados".

Cada hora nocturna (de 22.00 a 08.00 horas) debe hacerse una ronda, según la normativa carcelaria, durante la cual el funcionario adscrito al departamento debe supervisar las celdas a través de las mirillas, recorrer galería y pasillos y visualizar los patios.

Los jefes de servicio y jefe de centro deben dar asimismo novedades precisas y comprobar personalmente que se realizan las rondas, bien acompañando al funcionario en alguna de ellas, por un seguimiento de cualquier tipo o solicitando a sus subordinados novedades concretas.

"Ni se hicieron las rondas ni los jefes de servicio y de centro tomaron las medidas que tienen asignadas", asegura el informe de Asuntos Penitenciarios.

NI ESCONDIO EL ESCOMBRO

Fernano Silva Sande despegó tres azulejos de 25 centímetros de lado de una de las paredes de su celda, perforó unos 35 centímetros de masa de cemento y ladrillos y otros 3 centímetros de hormigón, dice el texto.

Para ello empleó dos varillas metálicas, de las que ajustan el cristal de una ventana al marco de aluminio (cuatro en total), "que tenían la punta casi roma en sus extremos".

"Esto hace poco factible, si no imposible, que en unas horas de un sólo día o de una noche pueda acometerse con éxito seejante obra", prosigue. "Debe añadirse que pudo necesitar varios días o, al menos, dos o tres días anteriores, y debió tener la convicción (Silva Sande) y seguridad de ausencia de controles nocturnos y de que en los cacheos que le hicieran no sería descubierto".

El escombro se encontró en varias bolsas "que no estaban ocultas a una simple visualización superficial de la celda (...) Se hallaron restos de pasta de dientes y de papel higiénico humedecido en los bordes de los baldosines, para mantenerlo oulto (el agujero)".

Además, el informe recoge la normativa de obligado cumplimiento por parte de los funcionarios para internos de primer grado (muy peligrosos), en la que se especifica claramente la obligatoriedad de un cacheo diario y una requisa e inspección diaria de las celdas, que debe ser notificada por escrito al jefe de servicio (se notificó en falso).

EL DE LA GARITA NO SE ENTERO

Los reclusos de primer grado, continúa, sólo pueden tener en la celda la ropa y enseres necesarios y el retante material debe ser depositado en un almacén del centro penitenciario.

"Esta normativa se incumplió en cuanto a requisas y cacheos de celda, tanto por el depósito de escombros hallados en las bolsas como por la superposición de baldosas con pasta de dientes y papel higiénico, así como en el exceso de pertenencias y enseres personales que tenía en la celda", indicaron las mismas fuentes.

Además, un interno como Silva Sande debería haber sido cambiado de celda semanalmente, con lo que se hubier descubierto su plan de fuga.

En la noche en que huyó, había en la prisión provincial de Granada un jefe de servicio, un jefe de centro y seis funcionarios de vigilancia, "una cantidad que se considera buena para una cárcel de este tipo".

Existe una garita desde la cual un funcionario de guardia debe visualizar el patio de aislamiento, que forzosamente tuvo que atravesar el "grapo" Silva Sande en su huida. "De haber permanecido fijo (el funcionario) en su puesto o con un mínimo de deambulación, s hubiese podido percatar de los ruidos y operaciones para abrir el boquete en la pared, o bien le hubiese visto encaramarse (al preso) a la malla metálica que protege el patio de las plantas superiores".

Las cámaras de control, que según algunas informacionmes estaban desconectadas por falta de pago, "no han entrado en funcionamiento porque están pendientes de efectuar correcciones técnicas y puesta a punto", asegura la versión de Asuntos Penitenciarios.

Esta demora se debe a otra obra de seguridd que se está realizando en la cárcel de Granada y que consiste en la instalación de unas vallas de tela metálica "antilanzamiento" de objetos desde la calle.

CONTINUA ASUNCION

Al término del Consejo de Ministros de hoy, la ministra portavoz, Rosa Conde, afirmó que el Gobierno mantiene su confianza en la gestión del secretario general de Asuntos Penitenciarios, Antoni Asunción, duramente criticado por la oposición.

Según PP, IU y otros partidos, Asunción debería dimitir o ser cesado por el Ejectivo, dado el "caos" que viven las prisiones españolas.

Asuntos Penitenciarios no descarta nuevas destituciones, ya que el informe parece demostrar que las medidas de seguridad previstas eran incumplidas sistemáticamente en la cárcel granadina.

(SERVIMEDIA)
03 Abr 1992
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