La niña dijo que un hombre se acercó a ella y trató de meterla a la fuerza en una camioneta, que estaba estacionada en la calle Adelardo Covarsi, de Badajoz. La pequeña escapó del vehículo abriendo una de las puertas de la furgoneta y huyó a su colegio.

Sus padres presentaron esta mañana una denuncia en la comisaría y afirmaron que la niña está "en perfeto estado de salud", como lo prueba que hoy haya asistido al colegio.

La Jefatura Superior de Policía de la ciudad indicó que ya han comenzado las investigaciones para tratar de localizar la furgoneta, de color blanco y con rayas azules.

También ayer, unos desconocidos trataron de llevarse a una niña sevillana cuando jugaba en un parque de la capital hispalense. Los gritos de la pequeña ahuyentaron a sus presuntos secuestradores.

La desaparición, el pasado mes de febrero, de la niña onubenseAna María Jerez Cano y, posteriormente, de las pequeñas Laura Domingo Alonso, en Burgos, y Sonia González Herrera, en Plasencia (Cáceres), ha desatado una serie de rumores sobre la existencia en España de redes organizadas dedicadas al tráfico ilegal de órganos humanos.

TRAFICO DE ORGANOS

Sin embargo, la Interpol no ha detectado ni en España ni en Europa ninguna red dedicada a traficar con órganos humanos, por lo que, según la policía, quedan descartadas las especulaciones barajadas en los últimos das con motivo de la desaparición de las niñas.

En una nota difundida hoy, la Dirección General de la Policía (DGP) desmiente que haya alguna relación entre la desaparición de las tres pequeñas, pese a las aparentes coincidencias que ofrecen sus casos.

Las tres menores desaparecieron, al parecer, tras ser requeridas por desconocidos, cuyo aspecto físico, según los testigos, no coinciden en ninguno de los casos.

Según los investigadores, "hay que descartar prácticamente la existencia de redes rganizadas dedicadas a la trata de blancas o a la corrupción de menores y, muy especialmente, de redes dedicadas a trasplantes ilícitos de órganos, como se ha especulado".

Hasta el momento, no ha sido detectado ningún caso, ni en España ni en Europa, sobre organizaciones dedicadas a secuestrar niños para utilizarlos en trasplantes clandestinos de órganos, según la Interpol.

En opinión de los responsables del Ministerio de Sanidad, la viabilidad de poder realizar en España la extracción y trasplane de órganos clandestinamente es casi imposible, por la complejidad técnica y por la infraestructura que se precisa.

La primera de las tres niñas que desapareció fue Ana María Jerez Cano, de 9 años, el pasado 16 de febrero, en Huelva. El 2 de abril, Sonia González Herrera, de 12 años, no regresó a su domicilio en Plasencia (Cáceres), y seis días más tarde Laura Domingo Alonso, de 6 años, desapareció en Burgos.