El acto se llevó a cabo a las 13.00 horas en la más estricta intimidad de la Familia Real, sin msa previa y sólo con el rezo de un responso por parte del prior del monasterio, el agustino José Luis del Valle.

Al acto asistió el Conde de Barcelona, Don Juan de Borbón, padre del Infante; sus hijos, el Rey Don Juan Carlos, y las Infantas Doña Pilar y Doña Margarita, la Reina, Doña Sofía y la Infanta Elena.

Previamente, Don Juan había viajado en una avión de las Fuerzas Aéreas desde Pamplona, donde se haya internado en la Clínica Universitaria de Navarra, hasta la capital de España. Minutos desués se trasladó al palacio de La Zarzuela y desde aquí la comitiva real emprendió viaje a El Escorial.

Los restos mortales de Don Alfonso de Borbón han permanecido todala noche en el palacio de El Pardo, adonde llegaron a primera hora de la madrugada procedentes del cementerio de Cascais.

Hasta esta localidad portuguesa se trasladó en la mañana de ayer el el jefe de la Casa del Conde de Barcelona, el Duque de Alburquerque, para hacerse cargo del cuerpo.

DESEO DE DON JUAN

Don Juan de Borbónhabía expresado su deseo de que su hijo fuera inhumado en España, por ser el único miembro de la Familia Real muerto que aún permanecía fuera de España. Lo delicado del estado de salud del Conde de Barcelona hizo temer hasta última hora que no pudiera trasladarse a El Escorial.

El Infante Don Alfonso falleció el 29 de marzo de 1956, a la edad de quince años, víctima de un disparo ocurrido de forma fortuita cuando él y su hermano jugaban con un arma de fuego propiedad de su padre.

Los dos hermanosse encontraban en ese momento disfrutando de las vacaciones escolares de Semana Santa. Seis años antes, en el curso 1950-51, Don Juan carlos y Don Alfonso, se desplazaron desde Portugal a San Sebastian para comenzar los estudios de bachillerato.