Anoche los trabajadoresse presentaron en sus centros, pero los comités de huelga les impidieron salir en la mayoría de los casos porque las empresas no habían presentado el listado de personal asignado a estos servicios ni los días que tenían que trabajar.

Además, los comités exigieron que los mínimos se ajustaran a la situación de las plantillas, porque en algunos casos se había incluído indebidamente a todo elpersonal, tanto de domingos y festivos como bajas por ILT o vacaciones, según Soto. Esta mañana, una vez subsanadas estas deficiencias, los servicios mínimos salieron a la calle.

Sin embargo, la patronal Aselip acusó a los sindicatos de continuar con los actos violentos (pinchazo de ruedas, sellamiento de cerraduras y vuelque de contenedores) y el concejal de Limpieza, Luis Molina, de impedir con ellos el cumplimiento de los servicios mínimos.

Según informó a Servimedia la Policía Municipal, numeosas calles de los distritos de Vallecas, Latina y Carabanchel aparecieron esta noche sucias después de que personas desconocidas vertieran en ellas contenedores de basura. Los agentes llamaron a los servicios mínimos para que recogieran los desperdicios.

Además, en algunos centros de trabajo, también llamados cantones de limpieza, hubo actos de sabotaje, como pinchazos de ruedas de carritos o silicona en cerraduras, pese a que esta noche la policía estableció vigilancia en algunos de ellos. Concretamnte, los municipales tuvieron conocimiento de incidentes en los cantones de la calle María Odiaga, Urogallo, Campillo y Avenida de los Poblados.

CARTA A SOLANS

Por su parte, el concejal Molina anunció que comunicará por carta al delegado del Gobierno, Miguel Solans, todas las incidencias y le reiterará la necesidad de que se cumplan los servicios mínimos.

En los dos primeros días de huelga se han pinchado 477 ruedas de carros y 90 ruedas de camiones y furgonetas, además de otros actos violentos señalaron fuentes municipales.

Según Manuel Soto, de UGT, los sindicatos no son responsables de esos incidentes y ellos sólo se preocupan de que se cumplan los servicios mínimos, "porque nosotros eso lo llevamos muy a rajatabla, para que no nos puedan echar la culpa, para que no lo puedan 'vender' a los ciudadanos que nosotros somos unos salvajes, que eso es lo que pretende tanto el Ayuntamiento como la patronal".

Por su parte, el presidente de Aselip, Francisco Jardón, se mostró pesimista sobrela salida al conflicto porque, a su juicio, las demandas de los trabajadores son exorbitadas.

Además, a Jardón le parece "un sarcasmo" la "garantía absoluta" del puesto de trabajo que disfrutan los barrenderos, a la vista de los tres millones de parados que hay en el país. En efecto, si una empresa adjudicataria pierde el contrato al finalizar el año de vigencia, la nueva concesionaria está obligada a quedarse con los empleados de la anterior, respetándoles todos los derechos adquiridos.

En relacón con este conflicto, la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos (Fravm) acusó al Ayuntamiento de "eludir sus responsabilidades cuando es el responsable de la limpieza de los 21 distritos de Madrid".

En vez de pedir a los ciudadanos que limpien las aceras, las autoridades municipales "tienen que tomar iniciativas que lleven a una pronta y satisfactoria solución del conflicto", señala la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos, "a la vez que pedimos flexibilidad en las negociaciones entr los trabajadores y las empresas".