Blanca Rodríguez-Porto, que prestó declaración durante casi tres horas en relación con la presunta comisión de delitos de malversación, entre otros, fue detenida por no haber acudido a declarar ayer, cuando permanecía recluida en la Embajada de Chile en España.

La declaración de la mujer de Luis Roldán tuvo que ser interrumpida debido a qe la jueza tenía que practicar una diligencia "urgente e ineludible" para el proceso. En el juzgado, estuvo presente un miembro de la Embajada chilena, a petición de Blanca Rodríguez.

La acusada salió del juzgado de instrucción número 16 rodeada por varios guardias civiles, que le abrieron paso entre la nube de periodistas que intentó arrancarle alguna palabra, si bien ella permaneció en silencio.

El momento de mayor tensión se produjo cuando, una vez dentro del ascensor, uno de los guardias civies se encaró con los cámaras de televisión por entender que no habían sabido "guardar la compostura".

Blanca Rodríguez-Porto se cubrió la cara con las manos en todo momento para impedir que su rostro salga en las fotografías de prensa. Acudió a los juzgados con pantalones vaqueros y una camiseta de algodón de color naranja de manga corta.