Más allá de la teoría del centro reformista defendida por el PP, Aguirre argumentó que el único Gobierno de progreso que ha tenído España es el del PP e instó a los parlamentarios presentes a impedir que el PSOE se atribuya un calificativo que, a su juicio, no le corresponde.

La presidenta de la Cámar Alta pidiótodos los parlamentarios presentes que hagan llegar el mensaje del PP más nitidamente a los ciudanos.

"La política del Partido Popular es la que ha hecho progresar a España, la que ha conseguido logros económicos, frenar el paro mitigando el absurdo fatalismo en el que se había instalado", a su juicio, el PSOE, "que demostró en su mandato una absoluta imposibilidad de crear empleo".

Aguirre insistió en que la política económica del PSOE fue regresiva tanto en relación al empleo, como a la mejorade las prestaciones sociales, y sentenció que, "la política liberal es la más progresista de las que se pueden hacer".

Se empleó a fondo en atacar al PSOE al que recordó sus conflictivas relaciones con los sindicatos, que convocaron en su contra dos huelgas generales, los baches económicos de los años 90 y la corrupción que "se había adueñado del Gobierno socialista".

Frente a esta cuenta de resultados negativa, Aguirre elogió la política económica del Ejecutivo de Aznar y destacó el éxito de encuzar el fin de la violencia en el País Vasco como uno de los tantos conseguidos personalmente por el presidente a base de mantener "un estricto respeto por la ley y el orden constitucional sin alejarse de él, ni si quiera con el prestexto de combatir el terrorismo".

Con esta alocución a varias decenas de parlamentarios populares, Aguirre abrió las jornadas de trabajo de la Unión Interparlamentaria Popular que se celebra en Barcelona este fin de semana.

Los electos populares trabajarán en estos dís en cuatro comisiones sobre Política Social, Empleo y Pensiones, Industria Comercio y Turismo, y Reglamento. Mañana las jornadas, que se celebran bajo la influencia de la cercanía de las elecciones catalanas, serán clausuradas por el presidente del Congreso, Federico Trillo; el portavoz del Gobierno, Josep Piqué; el vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, y el candidato del PP a la Generalitad de Cataluña, Alberto Fernández.

El candidato popular cerró el acto de hoy afirmando su vocación de convertirseen el partido moderador de la política catalana y equidistante del nacionalismo de Pujol y del radicalismo de Pasqual Maragall.