Aguirre hizo estas declaraciones durante la entrega del VIII Premio a la Convivencia que la Fundación Miguel Angel Blanco ha otorgado al periodista José María Calleja, en reconocimiento a su labor y trayectoria en defensa de la libertad.

Según la presidenta madrileña, "muy pocos como Calleja han sabido expresar con tanta convicción que la libertad y la paz no son intercambiables, que sin libertad no puede haber paz, sino tiranía y sometimiento". En su opinión, los ciudadanos tienen una deuda de gratitud con este periodista, "al igual que con quienes ya han recibido este premio en anteriores ediciones".

Aguirre recordó que los premios concedidos por la Fundación Miguel Angel Blanco desde 1997 permiten honrar y mantener viva la memoria de una persona que hizo perder a los terroristas la batalla ideológica, "que es la más importante de todas en la lucha contra el terrorismo".

"Porque gracias a su sacrificio", añadió, "gritamos unidos nuestro rechazo a la barbarie terrorista y nuestro convencimiento de que la única forma de vencer a los terroristas es plantarles cara con valentía y combatirles con los instrumentos del Estado de Derecho".

Por su parte, Calleja aseguró que le hubiera encantado no tener que recoger este galardón, porque eso significaría que Miguel Angel Blanco estaría vivo, y recalcó que hay que intentar "darle la vuelta al calcetín de odio que es la muerte".

Tras subrayar que ETA asesinó al concejal del PP porque pretendía acabar con este partido en el País Vasco, algo en lo que fracasó, el periodista señaló que dicho crimen dio lugar a una insurrección cívica. "Nunca tanta gente tuvo menos miedo que entonces. Sabía que se podía llegar a la libertad", dijo.

Calleja precisó que a partir de aquel momento la banda terrorista inició su declive, gracias a la eficacia policial y a la reacción de los ciudadanos, y afirmó con rotundidad que "estamos ganándole la batalla a ETA, achicando los espacios del terrorismo y ensanchando los de la libertad".