Según manifestó hoy el doctor José Luis Madrid, presidente de la Sociedad Española del Dolor, éste se convierte en enfermedad cuando al médico no le queda otra alternativa terapéutica que tratar el síntoma.

El doctor Madrid aseguró que en la actualidad cualquier dolor por muy agudo que sea puede ser controlado por los especialistas, "incluso en el 90 por ciento de las ocasiones pueden se tratados convencionalmente sin necesidad de recurrir a técnicas sofisticadas".

Por ahora, la terapia del dolor está basada en la administración de productos farmacológicos, que presentan limitaciones y efectos secundarios "cada vez más conocidos, lo que nos permitirá buscar otras aplicaciones más eficaces en el futuro", dijo.

Uno de los problemas que denuncian estos expertos es el alto grado de automedicación que existe en la población en gran parte de la población española, especialmente en el ema del dolor.

"El 72 por ciento de los pacientes que acuden a la Unidad de Dolor del Hospital Clínico de Salamanca se automedicaban antes de llegar al centro, incluso un 15 por ciento de estas personas no sigue adecuadamente las indicaciones que nosotros le hacemos", indicó el doctor Clemente Muriel, responsable de la unidad.

Estos profesionales recuerdan que no todos los analgésicos se comportan de la misma forma con distintos tipo de dolores. En estos momentos, varios grupos de investigadores stán tratando de cuantificar el dolor para asignarles el analgésico adecuado.

Por otro lado, estos dos facultativos se quejan de la falta de accesibilidad de los opiaceos para enfermos de cáncer y otras patologías que son llevados de forma ambulatoria.

"Mientras que los problemas sociales que rodean este tema, como el miedo del farmacéutico a tener en su local morfina porque es un reclamo para delincuestes drogadictos, no podremos agilizar la administración de estas sustancias".