El doctor Epeldegui señaló, en una rueda de prensa que ofreció con motivo de la celebración en Madrid del Simposio Internacional sobre Deformidades Severas de Miembro Inferior en Niños, organizado por la Fundación Ramón Areces, que esta fórmula permitiría homogeneizar el tratamiento y ofrecer asistencia a los pacientes en "lugares especializados".

El experto subrayó la necesidad de lograr que estos niños puedan integrarse plenamente en la sociedad, para lo cual consideró fundamental que la asistencia médica que reciben no incida negativamente en su escolarización.

En este sentido, alertó sobre los inconvenientes de las hospitalizaciones largas, ya que indicó que los retrasos en los plazos para realizar las cirugías y todo lo que saque a los menores de su entorno familiar y escolar "altera sus condiciones educativas".

En el ciclo de conferencias que coordina el doctor Epeldegui participan varios expertos sobre deformaciones en la tibia, peroné y fémur en los niños.

AMPUTACION

Estas lesiones afectan a seis de cada 10.000 recién nacidos, según los datos que ofreció el especialista, que se refirió a las dos alternativas que se suelen plantear en estos pacientes: la amputación del miembro afectado o su conservación con cirugías sucesivas.

En referencia a la amputación, apuntó que "hay países, como los anglosajones, que lo aceptan bien, pero los latinos se resisten mucho".

A este respecto, el coordinador del simposio aseguró que se trata de decisiones con una importante carga dramática, por lo que es necesario transmitirlas al paciente ofreciendo una buena información y promoviendo el apoyo del entorno familiar.

"Tener un hijo con una malformación tan grave es algo dramático, por lo que es necesario una muy buena información, apoyo de especialistas y apoyo psicológico", dijo. Asimismo, advirtió sobre el peligro de que haya pacientes que inicien un tratamiento en centros médicos con poca experiencia.