En la actualidad, sólo 114.000 españoles son propietarios de un equipo de comunicación móvil, lo que supone un 0,55 por ciento de la población, mientras que la media en los países de la Comunidad Europea ronda el 2 por ciento.

El porcentaje de usuarios se dipara aún más en los países nórdicos, en los que siete de cada cien ciudadanos posee un equipo de telefonía móvil.

A pesar del bajo índice actual de utilización de este tipo de tecnología, las empresas del sector son optimistas cara al futuro, ya que entre 1991 y los seis primeros meses de 1992 el ritmo de crecimiento mensual si sitúa en los 8.000 nuevos abonados. De seguir la actual proporción de altas, al término del año habrá más de 200.000 usuarios.

Una de las causas que ha influido en los bajs índices de utilización de esta vía de comunicación es la escasa cobertura técnica existente en España.

En la actualidad, los repetidores necesarios para la transmisión cubren el 22% del territorio nacional y al 78% de la población. Los directivos de Motorola confían que al término del presente año la tercera parte de España esté habilitada para la comunicación móvil.