De acuerdo con ese estudio, en 1998 había un total de 7.708.000 españoles apuntados a estas formas de ahorro, cuyo dinero estaba colocado de la siguiente manera: 4,6 billones en planes y fondos de pensiones, 8,5 billones en seguros de vida-jubilación, 1,5 billones en Mutualidades de Previsión Social, y 1,8 billones en provisiones contables en balance de las empresas.

El estudio recueda que uno de los factores que más influyen en que se desarrollen o no fórmulas privadas de ahorro para la vejez es la solidez del sistema público de pensiones y señala que "en España se ha optado, con un consenso político y social amplio, por un sistema mixto en el que la previsión social privada se contempla siempre como complementaria de la pública. El acto de Toledo en su recomendación catorce así lo ratifica".

A este respecto, en España, según datos de julio de 1997 citados en el estudio, un asalriado medio cobraba al retirarse una pensión equivalente al 90,2% de su salario, lo que supone una tasa de sustitución superior a la media comunitaria y a la de Estados Unidos (45%).

Además, España también está mejor situada que el promedio de la UE en lo que se refiere a la tasa de dependencia, es decir, el cociente entre la población mayor de 65 años y la población activa. En España es del 17%, frente a una media comunitaria del 24,4%, aunque con previsiones de un continuado empeoramiento en las próimas décadas, hasta quedar igualadas en torno al 42% en el 2040.

A este respecto, el estudio señala que "los instrumentos de previsión en general y especialmente los fondos de pensiones han ido ganando posiciones dentro de la estructural del ahorro familiar español, presentando un gran potencial de crecimiento a corto plazo".

Añade que "los activos de fondos de pensiones españoles apenas representan el 2% del total de la Unión Europea, cifra que no se corresponden con el peso económico y relativode nuestro país en el mercado europeo".

A juicio del subdirector de Planes y Fondos de Pensiones, "el ahorro en previsión constituye y va a constituir en el futuro una variable fundamental y estratégica de las relaciones laborales y de la política de recursos humanos de las empresas. Por tanto, es en el marco de la negociación colectiva donde se puede generar ahorro en previsión con efectos multiplicadores".

En su opinión, "el proceso de exteriorización de los compromisos por pensiones de las empesa debe contemplarse como una etapa, ya que consiste en sacar fuera del balance de las empresas los compromisos por pensiones preexistentes para que sean gestionados por entidades especializadas".

"Este proceso", añade, "genera en si mismo efectos positivos. Como se ha puesto de manifiesto recientemente por el Consejo Económico y Social, la previsión social constituye ya una variable adicional que permite ampliar el debate laboral, tradicionalmente econcentado sobre la moderación de los salarios y sore la duración de la jornada laboral que han sido los elementos, hasta ahora, objeto de una mayor atención por los agentes económicos y sociales".