En total, durante el año pasado los ciudadanos españoles sufrieroncada hora una media de 230 accidentes de todo tipo (domésticos, deportivos, laborales, de tráfico, etc.).

El estudio D.A.D.O. consiste en una encuesta realizada por el Instituto Nacional de Consumo, dependiente del Ministerio de Sanidad y Consumo, en más de 50.000 hogares españoles, con un total de 150.000 personas encuestadas.

Según explicó Flores, la siniestrialidad aumentó el año pasado en lo que se refiere a accidentes deportivos y otras actividades vinculadas al ocio, mientras que disminuyó or utilización directa de productos de uso común en el hogar.

El estudio pone de manifiesto que el 48,06% de los accidentes se produjeron como consecuencia del azar, el 21,23% por imprudencias y el 18,39% por descuidos, mientras que sólo el 0,10% de ellos se debieron a falta de información, el 0,23% a no seguir las instrucciones de uso de determinados productos y el 2,79% a deficiencias de construcción.

La mayor parte de las lesiones no relacionadas con accidentes laborales y de trabajo tienen luar en el interior del hogar (51%), frente al 22% que se producen en zonas deportivas, áreas recreativas o de diversión y espacios al aire libre. En la vía pública o áreas de transporte se originaron el 19%, en las zonas de colegios o instituciones el 4% y en comercios y servicios el 1,45%.

Por sexos, los accidentes de tipo doméstico y de ocio afectan más a las mujeres (57%) que a los hombres (42%), y es en el interior del hogar y en los transportes donde las mujeres sufren un mayor número de lesiones 61% y 19%, respectivamente).

LAS VACACIONES, UN RIESGO

Los meses en los que se registran un mayor número de accidentes son agosto (12%), diciembre (11%) y abril (11%), que coinciden con las vacaciones de verano, Navidad y Semana Santa.

El estudio detalla que más de la mitad de los percances están causados por caídas (51%), en las que las víctimas más frecuentes son las mujeres, especialmente mayores de 45 años, y, en menor medida, los hombres mayores de 65. Les siguen como origen de lesiones lo aplastamientos, cortes y desgarros (16%) y los golpes o choques (15%). A continuación, aunque a mayor distancia, figuran quemaduras y esfuerzos físicos.

Respecto a la actitud de los lesionados después del accidente, el 43% de los encuestados manifestó que no había adoptado ninguna medida de prevención futura, mientras que el 32% aseguró tener miedo ante la posible repetición de percances similares. Tan sólo un 7,3% decidió cambiar de costumbres o hábitos como medida de prevención.

Flores explicóque para prevenir este tipo de accidentes se realizaron, durante 2001, más de 145.000 inspecciones de productos y se retiraron del mercado 750.000 artículos por considerar que podían constituir algún tipo de riesgo para las salud, entre ellos mecheros, productos infantiles y eléctricos.

Durante el mismo período se tramitaron 255 notificaciones recibidas en el Instituto Nacional de Consumo a través de las denuncias presentadas por los consumidores. Un 41% de los productos sobre los que se alertó estaba destinados a la población infantil.