El estudio señala que, ante las manchas no eliminadas tras el lavado, las reacciones en los distintos paises son diferentes. Mientras que en la mayoría de los paises europeos, el consumidor opta por vestir la prenda sin mayor reparo, el 40 por ciento de los españoles prefiere volver a la lavarla antes de ponérsela.

Según informó hoy Skip, la empresa promotora del estudio, el problema de lavado más frecuente es la eliminación de las manchas. En cadahogar se detecta una media de 14 manchas por semana.

Las cinco clases de manchas más difícil de quitar son: tinta, grasa, salda de tomate, sangre y fruta. Españoles e italianos tienen particular fobia a las manchas de fresa, mientras que las de cereza son las más odiadas por holandeses, franceses y alemanes. Las manchas nacionales típicas son las de té en el Reino Unido y las de vino en Italia y España.