Así se desprende de una encuesta realizada por MORI, la mayor agencia de sondeos inglesa, con entrevista a 5.469 personas de Gran Bretaña, Italia, Alemania, Francia, los Países Bajos y España, recogida por la Federación Española de Hostelería (FEHR).

La encuesta pone de manifiesto la mejora de la calidad y la higiene de estos establecimientos en los últimos años y así lo cree un 63% de los encuestados, si bien un 2% considera que no se ha avanzado lo suficiente.

Las diferencias entre países son significativas. En aquellos que reciben mayor número de turistas -Italia, Francia y España- más del 60% d los encuestados percibe una mejora en los niveles de higiene.

Mientras, Alemania, Gran Bretaña y los Países Bajos se quedan hasta veinticinco puntos por debajo en esta valoración de limpieza en los locales.

Además, los españoles son partidarios de que los lugares donde se preparan alimentos estén visibles al público para observar sus condiciones higiénicas.

En cuanto a las causas que generan más rechazo, los españoles no aguantan que los camareros llevan la ropa o las uñas sucias, muy por dlante del resto de europeos. Sin embargo, son más tolerantes con el aspecto de la decoración del local o la "pinta" de otros clientes.

Finalmente, para un 38% una cubertería o vajilla poco limpia es motivo suficiente para no volver a un establecimiento y, como dato curioso, destaca que a los europeos no les importa que los camareros coman en el mismo lugar que los clientes, si bien los italianos no soportan este hecho y el 23% no volverían a un restaurante con esa práctica.