El sondeo, realizado entre 1.200 personas de toda España, revela también que más de la mitad de los entrevistados "estarían dispuestos a sacrificarlo todo, incluso arriesgando su propia vida", por la paz o por salvar la vida de otra persona.

Un tercio de los encuestados daría su vida por la libertad, las creencias religiosas o la justicia, y menos de un 30 por ciento por la democracia o la patria.

El estudio sociológico, destinado a conocer las creencias y práctica religiosa de los espñoles, fue realizado durante los pasados meses de noviembre y diciembre, cuando todavía el mundo no había entrado en guerra y los países buscaban una solución negociada al conflicto del Golfo Pérsico.

Mientras los entrevistados valoraban en 4,3 puntos la situación en que se encontraba el mundo hace un año, dentro de una escala del 0 al 10, al ser preguntados sobre la situación en que se encontraba el mundo el mes pasado, con la incertidumbre de la guerra del Golfo, la puntación descendió a 3,7.

Ls entrevistas recogen las opiniones de personas mayores de 18 años, residentes de todas las comunidades autónomas españolas y que fueron entrevistadas personalmente en sus hogares.

Aunque el tema monográfico de la encuesta del CIRES es la práctica religiosa y creencias de los ciudadanos, incluye también 31 indicadores socioeconómicos y de actitud, como la opinión que les merece la situación del mundo y de España o el grado de tolerancia, felicidad o fatalismo.

Frente al optimismo general que muesran los entrevistados en lo personal, su actitud se torna pesimista al ser preguntados sobre la situación en la que se encuentran España y el mundo en general.

Por lo que se refiere a España, los objetivos principales que, a juicio de los encuestados, deben perseguirse son la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo y la reducción del paro.

Según los redactores del estudio, si hubiera que describir de manera simplificada los rasgos predominantes de la sociedad española, sobre la base de los 3indicadores evaluados, el resultado sería: fatalista, alienada políticamente y de izquierda, intolerante y dogmática, aunque no autoritaria ni moralista, con incertidumbre respecto al futuro, pero feliz y con buen estado de ánimo.