Los conservacionistas hanpedido a las autoridades comunitarias que controlen el destino final de estos fondos y exijan a los distintos gobiernos transparencia en su aplicación.

Juanjo Lacalle, representante de los grupos ecologistas españoles en las reuniones que las organizaciones no gubernamentales europeas están manteniendo con la Comisión Europea para reformar los reglamentos de los fondos estructurales, aseguró a Servimedia que "en España no se sabe bien qué proyectos se están pagando con fondos estructurales".

"Unade las bases de estos fondos", explicó, "estriba en la posibilidad de participación de los agentes sociales implicados, pero aquí el Gobierno restringe esa participación".

El pasado mes de abril el Parlamento Europeo aprobó una resolución en la que pedía a la Comisión Europea y los gobiernos comunitarios que respeten la legislación medioambiental e informen sobre la aplicación de estos fondos.

Sin embargo, Juanjo Lacalle cree que el contenido de la reforma de los reglamentos que regulan estas paridas no depende de los organismos comunitarios, sino de la voluntad de los responsables políticos de los doce países.

Por ello, las organizaciones ecologistas convocarán diversas movilizaciones después de los meses estivales para pedir a la Administración española que apoye las propuestas que plantean las organizaciones no gubernamentales.

Estos colectivos solicitan que todos los proyectos financiados con los fondos estructurales sean respetuosos con la conservación de la naturaleza y los principos del desarrollo sostenible.

Además, piden mayor transparencia en su aplicación, para lo cual consideran necesario que participen en las labores de control los departamentos ambientales gubernamentales, las agencias de investigación y los grupos no institucionales.

Lacalle indicó que "en el caso español estos fondos significan una inyección de dinero brutal, por lo que el control de los mismos se hace, si cabe, más necesario".

Asimismo, explicó que las restricciones que sufrirán los Presupustos del Estado el año que viene afectarán negativamente a las políticas medioambientales, "con lo cual la importancia de estas partidas comunitarias aumenta".

Como ejemplo de mala gestión medioambiental en la aplicación de estos fondos, los ecologistas destacan el plan de regadío para la comarca de El Payuelo, en León, donde aseguran que el estudio de impacto ambiental se realizó sobre aspectos parciales y no determinó las repercusiones globales que podía tener dicho proyecto.