Según los datos facilitados ho por el Ministerio de Medio Ambiente, mientras el pasado año las reservas en hectómetros cúbicos eran de 27.018, a estas alturas de verano las reservas de agua embalsada se encuentran en 32.929 hectómetros cúbicos.

La razón es que este invierno la lluvias y las nieves han sido muy abundantes y frecuentes lo que ha conseguido que los embalses se llenaran al máximo, mientras que durante el invierno anterior se vivió una mayor sequía y las reservas de agua eran mucho menores.

No obstante, la reservahidráulica que esta semana se encuentra al 61 por ciento de su capacidad total, ha disminuido con respecto a la semana anterior en un 1,3 por ciento.

Las variaciones, según los datos de Medio Ambiente, afectan fundamentalmente a la cuenca del Ebro, que redujo sus reservas en 214 hectómetros cúbicos. Las cuencas internas del País Vasco se mantuvieron estables con respecto a la pasada semana.