El informe fija una progresión del número de abonados a Internet de 100.000 clientes en 1996, 500.000 en 1997, 1.500.000 en 1998, 2.500.000 en 1999 y 4 millones en el año 2000.

Los autores del informe sñalan que esta evolución es la consecuencia previsible del desarrollo de las tecnologías de la información y su creciente aplicación a las actividades profesionales, un proceso que será simultánea en todo el mundo desarrollado.

De hecho, las previsiones mundiales sitúan el número de abonados en el año 2000 en torno a los 200 millones de usuarios, frente a los 40 millones que se calcula ahora que existen, de uno u otro modo, en unos 159 países, a través de la interconexión de unas 45.000 redes.

La aplicaciones que ofrece Internet como el teletrabjo o el telediagnóstico médico, entre otras serán decisivas para que las empresas se incorporen a la red como un instrumento de mayor productividad de sus plantillas y un servicio más eficaz.

De hecho, el estudio incorpora los resultados de unas estimaciones realizadas por la compañía Input, en las que se indica que la vertiginosa expansión de Internet en todo el mundo supondra en el año 2000 un negocio potencial asociado a las industrias del "software, "hardware" y servicios de unos 35.000 millones de dólares, sólo en Europa.

Pero en las mismas previsiones, el volumen de negocio más importante es el que se estima para la actividad de educación, formación y entretenimiento, unos 200.000 millones de dólares en concepto de servicios personales en estas áreas.

El comercio electrónico, con una previsión de unos 50.000 millones de dólares sólo para Estados Unidos a finales de los noventa, o la publicidad Internet, con unos 2.600 millones de dólaresen el mismo país y por las mismas fechas son otras de las áreas de generación riqueza que los expertos asocian al desarrollo de la red Internet.