Según los análisis realizados por Intermon, el compromiso del Gobierno fijaba que a los 190.000 millones comprometidos en los Presupuestos Generales del Estado que suponen el 0,28 por ciento del PIB, se sumarían 48.000 millones más en forma de créditos ampliables, lo que situaría la ayuda oficial española al desarrollo en el 0,35 por ciento del PIB.

Sin embargo, sólo se han invertido a través de créditos ampliables 16.499 millones de pesetas. Además, la aportación prevista de 80.000 millones procedente de los Fondos de Ayuda al Desarrollo (los créditos FAD) han quedado reducidos este año a 50.000 millones. Ambos factores son los que han provocado el incumplmiento de los compromisos adquiridos por el Ejecutivo.

No obstante, Intermon considera que, en conjunto, la AOD española ha mejorado en calidad respecto a 1994, en parte debido a la reducción de los créditos FAD, ya que esta partida se destina a la compra de bienes o servicios españoles por parte de los países en vías de desarrollo o del Tercer Mundo que habitualmente no contribuyen a reducir la pobreza de estos estados.

La disminución de los créditos FAD se debe fundamentalmente al endurecimient de los requisitos y condiciones marcados por la OCDE para la aprobación de los proyectos que son financiados a través de estos créditos.

Asimismo, Intermon valora positivamente el aumento de las subvenciones recibidas por las organizaciones no gubernamentales que trabajan para favorecer el desarrollo de los países del Tercer Mundo, puesto que los aproximadamente 4.000 millones presupuestados inicialmente se han incrementado hasta 10.000.

Finalmente, a los 13.400 millones de pesetas que las comundades autónomas han destinado a ayudas al desarrollo hay que sumar los 7.000 millones aportados por ayuntamientos y diputaciones provinciales, no previstos a principios de año.

Respecto a la condonación de la deuda externa que los países del Tercer Mundo mantienen con España, en 1995 se situará en unos 9.000 millones de pesetas, cifra similar a la de 1994.