Así lo señala Caja Madrid en su último boletín económico y financiero, en el que prevé una desaceleración internacional que no permitirá a España generar un crecimiento en términos de PIB apoyándose en el impulso exterior.

A este respecto, considera que las malas perspectivas económicas mundiales "suponen un riesgo" de deterioro en las expectativas de los agentes, especialmente en la industria y los servicios, lo que puede obstaculizar el dinamismo en la etapa de recuperación emprendida por la inversión en bienes de equipo registrada en España durante el pasado ejercicio.

La caja de ahorros señala, además, que la "fortaleza" del mercado laboral en la parte final de 2004 ha permitido frenar el recorte en las previsiones de crecimiento de la economía española en 2005, situando la tasa en el 2,5% (frente al 2,9% que estima el Gobierno).

Este recorte, indica el informe, tiene su reflejo en el deterioro de los indicadores de confianza, si bien se detecta "cierto desajuste" entre las cifras y las decisiones de gasto de los agentes, cuyo máximo exponente es el consumo familiar, que sigue creciendo a pesar del empeoramiento del clima de confianza constatado durante el pasado ejercicio.

RECORTE EN TURISMO

Asimismo, el comercio minorista ha sufrido esta pérdida de expectativas, junto con la totalidad del sector servicios, debido, en parte, a la menor demanda de viajeros extranjeros en 2004 y a un recorte algo menor en la industria.

Por el contrario, las expectativas del sector constructor se están viendo favorecidas por la recuperación de la cartera de pedidos, después de haber comenzado el año pasado en niveles muy reducidos, a juicio de la caja de ahorros madrileña.

Con todo, el estudio concluye que estos elementos no supondrán un cambio significativo en el patrón de crecimiento español, que en 2005 seguirá liderado por un consumo y una construcción "tan sólo ligeramente desacelerados y que volverán a verse impulsados por la creación de empleo".