El acuerdo fue suscrito por la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, y por el secretario de Estado de la Autoridad Nacional para la Protección de los Derechos del Niño de Rumanía, Bogdan Adrian Panait.

El convenio, enmarcado en la legislaciones internacional y nacional de ambos países, será un instrumento jurídico bilateral que dará respuesta a la situación de los niños y niñas expuestos a abusos, explotación o a cometer actos delictivos.

El eje central de las actuaciones contempladas en el acuerdo es evitar la salida de menores no acompañados de Rumanía, para lo que es necesario luchar contra el tráfico de menores, informar y sensibilizar a las familias y a la sociedad en general sobre los riesgos que conlleva la emigración irregular de menores y facilitar el desarrollo social y económico de las regiones de origen de los menores para generar expectativas de futuro.

Para hacer frente a los casos de repatriación, que deben llevarse a cabo de manera asistida y con las plenas garantías legales recogidas en el Convenio sobre los Derechos del Niño y en las legislaciones nacionales de protección a la infancia, el convenio contempla la idea del proyecto de regreso.

Este proyecto de regreso desarrolla un conjunto de actuaciones de acompañamiento destinadas a la reintegración social de menor, en las que los profesionales de los servicios públicos competentes en el ámbito de protección de la infancia han de ocupar un papel fundamental.