Así se desprende de los datos publicados por Eurostat este martes que revelan que la balanza comercial de la UE registró en el primer semestre del año un déficit de 200.700 millones de euros, en comparación con el superávit de 83.200 millones de euros que se alcanzaron en el mismo período de 2021.

Concretamente, las exportaciones de bienes al resto del mundo se elevaron hasta los 1,24 billones de euros, con una subida del 17,9% respecto a los primeros seis meses del año pasado, mientras que las importaciones alcanzaron un valor de 1,44 billones de euros, lo que supone un incremento del 48,9%.

Los mayores incrementos se produjeron en la importación de energía (+151%), lo que condujo a un “significado” incremento del déficit comercial de energía en la UE, alcanzando los 290.800 millones de euros entre enero y junio frente a los 105.600 millones del mismo período del año anterior.

Por países, España aumentó un 24% sus exportaciones hasta los 195.800 millones de euros, pero los mayores incrementos se produjeron en Grecia (+40%), Chipre (+39%), Croacia (+36%) y Bélgica (+35%). Las subidas más discretas correspondieron a Malta (+6%), Alemania (+13%), Eslovaquia (+15%) y República Checa y Dinamarca (16% en ambos casos).

Por su parte, España elevó un 39% sus importaciones hasta los 229.300 millones de euros. Los mayores crecimientos tuvieron lugar en Grecia (+51%), Eslovenia (+49%), Bulgaria (+45%), Bélgica e Italia (+44% en ambos casos). Luxemburgo y Austria (+20% respectivamente) registraron los incrementos menos elevados.

A España y Francia le siguen en el déficit de balanza comercial Grecia, con 17.600 millones; Rumanía, con 15.400 millones, y Portugal, con 14.100 millones. Por el contrario, los mayores superávits comerciales en el primer semestre de 2022 correspondieron a Irlanda, con 36.100 millones de euros; Alemania, con 33.200 millones; y Países Bajos, con 28.800 millones de euros.