Esos datos, a los que tuvo acceso Servimedia, indican que la media de superficie calcinada en enero del último decenio es de 2.144 hectáreas. Por detrás de 2023 se sitúan los eneros de 2018 (499,58), 2013 (574,78) y 2021 (653,55). En cambio, los peores son los de 2017 (6.405,28), 2022 (4.218,06) y 2019 (3.762,47).

Durante el mes pasado se registraron 168 siniestros forestales, de los que 44 fueron incendios (que arrasaron al menos una hectárea) y 124 conatos (con menos de una hectárea quemada).

De las hectáreas arrasadas, que abarcan un 0,001% del territorio nacional, un total de 20,46 corresponden a vegetación herbácea (pastos y dehesas) y el resto a vegetación leñosa, concretamente 347,97 hectáreas de matorral y monte abierto, y 85,77 de superficie arbolada.

ZONAS GEOGRÁFICAS

Por otro lado, el Mediterráneo concentró un 41,07% de los incendios y conatos forestales, mientras que el resto de los siniestros se repartieron entre el noroeste peninsular (Asturias, Cantabria, Galicia, País Vasco y las provincias de León y Zamora), con un 33,33%, y las comunidades interiores (concretamente, las provincias de las regiones no costeras, salvo León y Zamora), con un 25,60%.

En cuanto a la superficie forestal arrasada por el fuego, el 67,32% pertenece al noroeste; un 21,35% al área mediterránea, y un 11,33% a las comunidades interiores.

La mayor cantidad de superficie arbolada arrasada por el fuego se produjo también en el noroeste (43,82%), por delante de las comunidades interiores (31,89%) y del área mediterránea (24,29%).