Jiménez, que intervino en la conclusión del curso "El Futuro de la Seguridad Social" celebrado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, se mostró optimista sobre el futuro del sistema público de protección social, siempre que exista "voluntad política para ello y que el crecimiento anual de la economía española esté en torno al 2,3 ó 2,5 del PIB".

Para el responsable de la Seguridad Social, de continuar la actual reducción del iferencial con la CE, para el año 2.000, el gasto español llegará a la convergencia con Europa.

Muestra de ello es que en 1980, la media comunitaria era de un 25,50% del PIB, mientras que la española era del 15,75% y sin embargo, este año la media de la CE se mantiene y la española está en el 20,03%.

Adolfo Jiménez informó del incremento de los gastos de protección (2,4 billones de pesetas en 1982 a 8,2 billones en este año), la subida en las aportaciones del Estado (pasaron del 15,19% al 30,71%)

También hizo referencias a la pérdida de peso específico de las cotizaciones en la financiación (82,81% en 1982 y un 67,67% en 1992), por lo que afirmó que esta evolución permite ser optimista y que los esfuerzos de la Seguridad Social deben centrarse en una mejora de la calidad de los servicios prestados.

Durante su intervención, el secretario general de la seguridad social hizo hincapié en el incremento notable de la esperanza de vida de los españoles y realizó un llamamiento a los sistemas deprevisión y fondos de pensiones para que actualicen sus tablas de mortalidad para que en un futuro ,a su juicio próximo, no se produzcan desfases.

Adolfo Jiménez habló también de la edad de jubilación y, aunque rechazó que pueda revisarse en un futuro inmediato, explicó que en unos 10 años, el problema surgido por la longevidad española hará necesario un análisis en su profundidad y, por tanto, plantearse un incremento.