España ha participado activamente en todo el proceso de negociación de la Convención hasta su adopción en Dublín en mayo de 2008, celebrando la adopción de este nuevo instrumento del Derecho Internacional Humanitario por el que se prohíbe una categoría completa de armas convencionales cuyo uso tenía un impacto inaceptable para la población civil en situaciones de conflicto y post-conflicto.

El Gobierno ya ha dado los pasos necesarios para asumir los compromisos derivados de la Convención, sin esperar a su entrada en vigor. El acuerdo del Consejo de Ministros de 11 de julio de 2008 estableció una moratoria unilateral sobre las municiones de racimo, con el fin de prohibir el empleo, desarrollo, producción, adquisición, almacenamiento, conservación y transferencia de esas municiones, anticipando así de facto los efectos de la Convención sobre Municiones de Racimo en lo que concierne a España.

La decisión incorporó un calendario con acciones concretas entre las que estaba el compromiso de destruir el arsenal existente en las fuerzas armadas a la mayor brevedad posible, lo que ya ha sido ejecutado por el Ministerio de Defensa. También se deniega toda solicitud en relación con el comercio exterior de las municiones de racimo desde la entrada en vigor de la citada moratoria.

Además, el acuerdo contempla el firme compromiso de cumplir las disposiciones de la Convención referentes a la cooperación y la asistencia internacionales, sobre todo en relación con la ayuda a las víctimas, sus familias y comunidades a las que pertenezcan, lo que ya se está llevando a cabo.

Su ratificación reafirma el compromiso de España con la paz y seguridad globales en la misma línea que las actuaciones en otros ámbitos como los de la lucha contra las minas antipersona, el comercio ilícito y la proliferación de armas pequeñas y ligeras.

En este sentido España está impulsando en todos los foros internacionales en los que participa el respeto por los derechos humanos, que constituyen, por otra parte, los ejes de la política exterior de este Gobierno, concluye Exteriores.