El combinado español, que fue el máximo goleador del torneo con 18 tantos en los cuatro partidos que se disputaron, consiguió clasificarse para la final tras ganar dos de los tres partidos disputados en la fase previa. Primero logró imponerse a Francia (5-4) y después a Irlanda (2-1), pero tropezó con Inglaterra (7-4).

Finalmente, la selección española se volvió a enfrentar en la final a los ingleses, donde España impuso su experiencia y su buen nivel de juego para tomarse la revancha y llevarse el campeonato (7-4).

El tercer puesto fue para Irlanda y el cuarto para la selección francesa, quien además fue galardonada con el premio al "fair play". Por su parte, el máximo goleador fue Luis Granizo (España) con seis goles.

España presentó un equipo joven, con Fran Crespo (18 años), Iván Jiménez (19 años) y el debut de Israel Castillo (19 años), entre los más destacados.