"La Repúbblica" informa que desde 1994 la policía española ha desmantelado diversas sectas e incriminado a sus responsables por delitos de secuestro, narcotráfico, prostitución y blanqueo de dinero. También comenta el temor de las autoridades policiales a que los adeptos a etos cultos celebren el fin del milenio con suicidios colectivos.

La Iglesia católica española dobla las cifras de número de sectarios que da el Gobierno, poniendo el enfásis en la proliferación de cultos satánicos: más de 40, con 200.000 personas que realizan habitualmente prácticas de brujería, vudú, misas negras y consumo de estupefacientes.

Precisamente fueron las autoridades eclesiásticas las que avisaron hace cuatro años de la proliferación de estos grupos y desde entonces han aumentado las enuncias policiales de jóvenes secuestrados y de familias angustiadas.