Los países firmantes consideran que la salud es un requisito indispensable para la consolidación de la paz y la democracia y proponen, para el período 1990-1995, continuar con la segunda fase de la Iniciativa de Salud para Centroamérica.

Esta iniciativa, caliicada en la declaración como "instrumento fundamental" para la cooperación internacional en el ámbito sanitario, pretende extender el apoyo político, técnico, material y financiero para la realización de los proyectos nacionales y subregionales de salud en Centroamérica.

En la segunda fase de la Iniciativa de Salud para Centroamérica se establecen como prioritarias las áreas de Infraestructura de Salud, Promoción de la Salud y Control de Enfermedades, Atención de Grupos Especiales y Medio Ambiente.

Los participantes en la conferencia destacaron también el peligro de que se extienda por el continente iberoamericano la epidemia de cólera iniciada en Perú y que ya ha alcanzado a algunos estados colindantes.

En la declaración, los gobiernos se comprometen a ayudar a los países de América Central en sus proyectos nacionales y subregionales, al tiempo que reconocen su responsabilidad para dotar a estos países de servicios de salud.