Para Javier Solana, España no intervendrá en dicha operación debido a razones e fondo, logísticas y de medios, ya que el esfuerzo fundamental de nuestro país "está concentrado en este momento en Bosnia".

La resolución 940 adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU tiene, según explicó Solana, dos etapas. La primera contempla una intervención multinacional, mientras que la segunda prevé una fuerza de Naciones Unidas, que tendría como objetivo fundamental el mantenimiento de la paz y el establecimiento de la democracia en Haiti.

Solana indicó que "no vamos a participar e la fuerza multinacional inicial", aunque una vez reestrablecido el sistema democrático, España sí está dispuesta a considerar la posibilidad de colaborar para la formación de una nueva policía.

A su juicio, esta resolución responde a "uno de esos casos excepcionales" donde "está más que justificada una actuación también expcecional", dadas las violaciones a los derechos humanos que se producen en el país antillano.

Asimismo, Solana indicó que "lo ideal" sería que Raul Cedras "abandonara el paísdiera paso, por la vía pacífica, al presidente Aristide, que es, al fin y al cabo, el presidente legítimo de Haití".

Para Javier Solana, de esta operación no deben extraerse consecuencias "extrapolables" a ningún otro país, "ni de América Latina ni de ningún otro continente", puesto que esta resolución obedece a la "situación excepcional" de Haití.

Asimismo, indicó que en este momento quedan 28 españoles en Haiti a quienes se les ha ofrecido salir del país, pero que han preferido quedarse.

RUADA Y EX YUGOSLAVIA

Con respecto a por qué no se realiza una operación similar en Ruanda, Solana explicó que se debe a que "la situación, desde el punto de vista político, es distinta", ya que "no habría la posibilidad de poner unas autoridades legítimas", como en Haití.

Acerca del conflicto de la antigua Yugolavia, Solana señaló que el Grupo de Contacto formado por Gran Bretaña, Francia, Alemania, Rusia y Estados Unidos, se ha reunido en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para aumentar la sanciones a Serbia. Las sanciones que se barajan son actuar sobre los activos finacieros serbios en el extranjero y realizar "un sellado más riguroso" de las fronteras.

Con respecto al levantamiento del embargo de armas, manifestó que "no sería una buena decisión" y que "habría que pensárselo muy mucho" antes de adoptar dicha postura, ya que produciría un conflicto armado de proporciones "difíciles de controlar".